Una productora independiente de televisión tiene un programa llamado Scare Antics, donde se da a las personas la oportunidad de sorprender a sus amigos con un buen susto. El director del programa, David, junto al equipo de producción, preparan el susto situando una serie cámaras ocultas en el interior de un edificio abandonado. El objetivo de la broma es Jacob. Sus amigos Adam, Melanie y Carla quieren darle un buen susto con la esperanza de hacerle salir de su tranquilo y aburrido caparazón. Tras los preparativos de la broma llegan los amigos y las cosas empiezan a ponerse sangrientas.